R E F L E X I Ó N
5 DE DICIEMBRE – DÍA
MUNDIAL DEL VOLUNTARIADO
Con motivo de esta celebración internacional, invito a que hagamos
una reflexión en torno a este tema, substancial
para quienes pertenecemos al Teléfono de la Esperanza.
La limitación de las Instituciones gubernamentales y sociales para
cubrir muchas de las necesidades de los individuos y de las comunidades, ha
hecho que el voluntariado crezca, al punto de que ya es una fuerza visible y
sentida, de atención en el campo social, valorada por quienes reciben sus
beneficios y por los estados de los diferentes países.
Su ampliación de objetivos, su crecimiento y la necesidad de
organización, ha exigido la promulgación de leyes como la Ley 720 de 2001, sobre
voluntariado en Colombia.
La
actividad voluntaria está enmarcada en lo que se
denomina el voluntariado moderno, que
evolucionó del voluntariado
asistencialista que se practicaba en la antigüedad, en el cual el sujeto
era totalmente pasivo, se limitaba a recibir la ayuda que se le brindaba.
Hoy, el trabajo voluntario se tipifica como de crecimiento y desarrollo, caracterizado
como:
•
Expresión de sociedad
evolucionada
•
Universalización del fenómeno
voluntario
•
Desplazamiento hacia el
voluntariado de crecimiento y desarrollo.
•
Mayor importancia de la
dimensión interpersonal en la relación voluntario-asistido.
•
Modificación de contraposición
voluntarios-profesionales
Lo que lleva a que el asistido: participe activamente y se
comprometa con las acciones que se realicen, que adquiera conocimientos y
habilidades que le permitan crecer y desarrollarse, evite crear dependencias
malsanas del voluntario o de la institución voluntaria.
El
voluntario en el Teléfono de la Esperanza está
definido como: una persona especialmente sensibilizada con lo social, que se
asocia libremente a otros para colaborar altruísticamente en un trabajo social,
respetando y potenciando las libertades, valores y capacidades del asistido.
Ser voluntario, más que: regalar
tiempo o dinero para el cubrimiento de unas necesidades sociales específicas,
que tener un sitio para utilizar el tiempo libre personal, que una obligación
solidaria, que una oportunidad de compensar faltantes personales.
Debe Ser: tener un proyecto de vida en el cual,
el compromiso con una acción social voluntaria específica es parte primordial
de éste, y obedece a principios de solidaridad, altruismo, respeto, compromiso
desinteresado, responsabilidad social entre otros.
ACOTES – Diciembre 5 de 2011
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